sábado, 3 de enero de 2015

El centro



"La función del centro no era únicamente orientar, equilibrar y organizar la estructura -de hecho, no se puede concebir una estructura desorganizada-, sino por encima de todo asegurarse de que el principio organizador de la estructura limitaría lo que podríamos llamar el juego de la estructura. Al orientar y organizar la coherencia del sistema, el centro de la estructura permite el juego de sus elementos dentro de la forma total. E incluso hoy, la noción de una estructura carente de centro representa lo impensable en sí mismo".

(...)

 


"Es por esto que el pensamiento clásico en torno a la estructura podía afirmar que el centro está, paradójicamente, dentro de la estructura y al mismo tiempo fuera. El centro se encuentra en el centro de la totalidad y, sin embargo, como el centro no pertenece a la totalidad (no es una parte de la totalidad), la totalidad tiene su centro en otra parte. El centro no es el centro".

Danielewski en La casa de hojas citando a Jacques Derrida (L´écriture et la différence, Editions du Seuil, París, 1967). La traducción de La casa de hojas es de Javier Calvo.


3 comentarios:

  1. Supongo que al fin, el centro pretende o pretendió ser el principio de algo. Quizá por ello lo más importante sea lo que ocurre en la periferia. Gracias.

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  2. Hoy ya es difícil concebir una estructura con centro, dado que debido a la magnitud de aquella el centro se ha multiplicado en centros. Y aún más, toda la estructura se ha descentralizado para convertirse ella misma en centro. Homogeneidad es la nueva tendencia ante la magnitud descontrolada de los organismos. Ya nadie duda, o lo hacen los muy clásicos, que el ser humano ha perdido su centro ancestral para conseguir la capacidad de multicentrarse orgánicamente. Hace rato que la praxis energética (Yoga y otras disciplinas), vienen anunciado la despolarización estructural del organismo vivo. Aumentan y se dispersan los centros de control y transferencia de órdenes, y la tendencia a la homogeneidad es cada vez mayor. El Hombre/Estructura equilibrado, y cada vez más democrático. Sólo hay que estar alerta. En la ciudad está pasando lo mismo, pero los políticos insisten en la vieja estructura dominable.

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  3. Todas las culturas biológicas definieron necesariamente un lugar central de celebración y acción, de comunicación, de intercambio, de sucesión. La raza humana y sus variedades pues también, y lo hicieron desde el principio de sus culturas sometidas a la necesidad de supervivencia y evolución. Así los humanos acumularon el espacio del Hara Coelis colectivo, inicialmente representado por el fuego sagrado que los mantenía vivos y unidos. Es fácil pensar pues en su evolución paulatina a través de las distintas edades/siglos, acumulando ideas/representaciones. Esta imagen habría que comparararla con la capacidad y ductilidad del propio cuerpo humano en sistetizar espacios/áreas dominantes en relación a la cultura de su propio conocimiento. Cabeza, Corazón, órganos fundamentales. El hombre sabe hoy día que el cuerpo humano contiene infinidad de centros de energía y control, pero aún el hombre no acaba de interpretarlo/aplicarlo del todo aunque los ejemplos estén allí, en el uso cotidiano de una sociedad que crece exponencialmente en número y diversificación de individuos. Sin embargo el hombre no ha sido capaz aún de desvincularse del todo de los viejos ritos y símbolos, que son los que siguen liderando la necesidad de espacios simbólicos resumen, originarios, históricos. Incluso PODEMOS sigue apostando por dominar los espacios que antes dominaron otros, con lo cual las representaciones siguen valiendo lo mismo.

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